20 de noviembre de 2008.- El Centro Damián Bayón del Instituto de América de Santa presenta una nueva exposición bajo el título “Apócrifos”. La muestra realizada por el artista Carlos Vega (Melilla, 1963) recrea el acontecimiento histórico que supuso el descubrimiento de “los libros plúmbeos” del Sacromonte de Granada y el posterior desenlace en el que se concluye que los libros son falsificaciones moriscas del siglo XVI. En un salto temporal, el artista se cuestiona la compleja identidad de la ciudad contemporánea a través de una constante en la cultura española como es la imperceptible división entre la realidad y la ficción, lo verdadero y lo inventado.
Ante la atenta mirada de los “Reyes Moros”
La colección “Apócrifos” está compuesta por una serie de placas de plomo grabadas y entintadas en óleo, un friso del mismo material, pinturas sobre colage y una proyección en la que el artista recrea un montaje en torno al “hallazgo” de nuevos discos de plomo, relacionados con los textos históricos, en excavaciones arqueológicas llevadas a cabo por el artista en su vivienda del Sacromonte. Este hecho es el que anima a Carlos Vega a realizar un conjunto de obras que se presentan en esta exposición junto con los mencionados discos en un reencuentro del artista con Granada, ciudad en la que residió durante sus años de juventud. Las tradiciones de una sociedad marcada por su pasado, las transformaciones del espacio urbano y de la trama social que la componen, así como las metáforas sobre la condición humana son algunos de los temas que subyacen en su obra reciente.
Distribuidos por las tres salas expositivas del Damián Bayón, los discos estarán escoltados por cinco “Reyes Moros” como espectadores enigmáticos rescatados de las tradiciones de Gigantes y Cabezudos de Granada, Santa Fe y Cájar. La intención, según Vega, “es que estos Boabdiles -que se identificarán por su lugar de procedencia mediante una ficha técnica- pongan de manifiesto algo del subconsciente colectivo y nuestra relación con el otro”.
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El plomo se convierte en el soporte físico y conceptual de “Apócrifos”. Las propias cualidades de este material artístico anticorrosivo, dúctil, de gran durabilidad y tan ligado a las industrias mineras del sur de España, hacen de él un híbrido a mitad de camino entre las disciplinas pictórica y la escultórica del grabado. Junto a él, la parte iconográfica de la muestra refleja los preceptos de la época sin querer recrear de una manera literal los documentos históricos aludidos, sino tomarlos como origen para nuevos hallazgos conceptuales y representativos alejados de convencionalismos.
El mito de los libros plúmbeos
Poco importa para el artista que esos textos fueran una invención, ya que tal como aclara “la pátina del tiempo ha acabado por legitimarlos desde el punto de vista histórico, y constituyen hoy en día un testamento ético y cívico”. Su descubrimiento se produce en un contexto de progresiva intolerancia religiosa, que ya anticipaba la expulsión de los moriscos, en la Granada del siglo XVI. En este momento se produce el hallazgo de los libros plúmbeos, textos antiguos que describen los parámetros históricos y morales de la Granada del siglo III d.c., en los cuales bajo el manto de una religión sincrética con cimentación judeo-cristiana, y revelando la presencia árabe, establece en Granada una vibrante sociedad plural y tolerante.
Para Carlos Vega, “estos documentos que nacen como un grito desesperado, casi de auxilio, por parte de un grupo social subyugado, mantienen en nuestros días un valor histórico y poético como manifestación de aquella cultura morisca, además de servir de testimonio valido y actual en la también compleja sociedad contemporánea”.
De Granada a Nueva York
Actualmente Carlos Vega vive y trabaja en Nueva York. Estudió en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y Madrid y posteriormente completó sus estudios en el Art Institute de Chicago. Hasta ahora su trabajo se ha visto principalmente en los Estados Unidos, siendo sus muestras individuales más importantes las realizadas en las galerías James Harris de Seattle, Lorenzo Rodríguez de Chicago y en la Jack Shainman de Nueva Cork, entre otras. Asimismo, ha participado en importantes muestras colectivas de carácter internacional. No es la primera vez que presenta sus trabajos en Granada, ya lo haría en el año 2002 en el Palacio de los Condes de Gabia con la exposición “Si las paredes hablaran”. Su nueva apuesta, “Apócrifos”, se podrá contemplar en el Centro Damián Bayón del Instituto de América de Santa Fe hasta el próximo 14 de diciembre de martes a domingo en horario de 17 a 21 horas.