Bernardo Palomo | Actualizado 18.03.2013 - Granada Hoy.- Desde su creación, la Facultad de Bellas Artes de Granada ha dado muestras de estar y de actuar muy de acuerdo con los tiempos; algo que, desgraciadamente, no ocurre en otras muchas y que su realidad se encuentra anclada en estamentos absolutamente pasados de hora. Junto a la lógica y necesaria labor formativa, la carrera artística posee muchos otros estamentos que deben ser tenidos en cuenta, por su trascendencia, de cara a un futuro profesional implicado, de principio a fin, en el propio desarrollo artístico. Atrás ha debido quedar y tenemos infinitos ejemplos que constatan que la facultad granadina así lo hace, aquello tan socorrido y equivocado de factoría de futuros profesores de instituto. La profesión artística, además, requiere mucho más; más incluso, que el propio desenlace instructivo. El estudiante de Bellas Artes tiene que estar preparado para afrontar las ilimitadas circunstancias que acontecen en torno a una realidad con impredecibles y múltiples matices; tiene que ser consciente con lo que se va a encontrar cuando tenga que enfrentarse a una realidad de mucha complejidad, de infinita responsabilidad y, además, teniendo que contentar, primero a él como artista, después a un público, más o menos, exigente y, también, a una crítica especializada que lo habrá de juzgar.
Por eso, cuanto antes asuma esa circunstancia, a veces esquiva, a veces difícil y, siempre, complicada que es la presentación de la obra en pública comparecencia, mejor va a estar preparado para un mañana de extrema expectación.
La exposición que presenta el Damián Bayón, después de la esclarecedora y espectacular comparecencia de Emilio Luis Fernández, precisamente, sirve para colocar en la posición de salida a un grupo de alumnos de la asignatura de "Pintura y Abstracción" para que se encuentren con los máximos registros de la profesión artística en su verdadero y complejo compromiso. Los profesores María Dolores Sánchez y Jesús Díaz Bucero han dado la posibilidad a sus alumnos para que se enfrenten con la realidad expositiva, con todo lo que eso supone.
La muestra recoge básicamente los múltiples planteamientos que la pintura contemporánea desarrolla; una pintura con todos los desenlaces del abstracto, desde la suprema manifestación expresionista, con total ausencia de elementos concretos y potenciación de los registros cromáticos hasta el poder matérico de los postulados informalistas con cantidad de recursos plásticos, pasando por toda aquella galería de circunstancias referenciales que abren las claras perspectivas de la evocación.
Vuelvo a insistir que lo más destacable de la exposición es el motivo que la genera. Algo muy positivo si se tiene en cuenta las múltiples perspectivas que conforma una profesión con muchos vértices.
Indeterminados va a ser el inicio de una andadura que se nos antoja con bastantes buenas perspectivas a juzgar por los buenos argumentos artísticos que deja traslucir la muestra. ¡Que no decaiga!
Centro Damián Bayón de Santa Fe Hasta el 17 de marzo.